lunes, 14 de marzo de 2011

DIMITRI FROM PARIS

Hoy nos hemos acordado de cuando @Menoreo escribía para DJ1... Y como ahora está liado otra vez con el house y el garage (totally #homo) recuperamos esta entrevista que le hizo en su día a Dimitri From Paris.




DIMITRI FROM PARIS

“EL HOUSE COMO PASAPORTE”

Los principios de este turco con pasaporte francés son realmente bizarros; entró por primera vez en un estudio para hacer un remix de la princesa Estefanía de Mónaco (ese “estómago”, capacidad de sacrificio y un gran sentido del humor siguen intactos hoy en día). Sus estudios en el conservatorio mezclados por su pasión por la música Disco le llevaron a presentar el programa más influyente de la radio continental (Megamix) en la emisora francesa NRJ, creando escuela con sus mezclas en directo, jingles y remixes exclusivos: “aquella época fue estupenda, recuerdo un jingle que decía ‘ponemos lo que queremos porque el jefe no nos escucha’. Comencé allá por 1987, NRJ se escuchaba en toda Francia, una hora a la semana aquella emisora eminentemente comercial, de radio-fórmula se convertía en lo más underground del momento. Por primera vez se escuchaban sesiones de House. Al cabo del tiempo me he encontrado a djs por ahí y me han comentado que escuchaban el programa, principalmente por la calidad de la música que se pinchaba, siempre se agradece que te reconozcan la valía de tu trabajo y me doy cuenta que todo aquel esfuerzo no ha caído en saco roto. Más tarde volví a la radio, pero sólo cómo productor o haciendo jingles, los jefes siempre me han considerado demasiado underground para la radio y, viendo el panorama actual, tienen toda la razón del mundo”.
Aunque sus primeras producciones son del todo olvidables -la pátina del Italo House- fueron el punto de partida de una carrera envidiable y sin vuelta atrás; la experiencia en el estudio y la inexperiencia en las oficinas dieron sus frutos: “hace 20 años había muy poca gente que se llamase Dimitri en esto de la producción, yo hacía mi programa de radio y firmaba todos los remixes que hacía con Dimitri a secas. A principios de los 90 surgió la oportunidad de hacer un remix del ‘Human Behaviour’ de Björk, un tema de su primer álbum en solitario después de la separación de los Sugar Cubes, yo era un gran fan del grupo y puse toda mi alma en ello. Le di unas copias a Frankie Nnuckles y a David Morales, más tarde me enteré que era un disco imprescindible en sus sesiones. Algún tiempo después vino al programa Louie Vega al programa y al ofrecerle una copia tomé conciencia de la bajeza del ser humano, en especial en este negocio; Louie Vega me dijo que Dj Dimitri de Dee-Lite decía que era obra suya, desde entonces soy Dimitri from Paris”.
Después de aquel asunto que, en otros ámbitos se quiso zanjar con un patético “fue un error”, la ascensión del Dimitri más underground hacía el star system se consolidó en las pasarelas más elitistas antes que en las pistas de baile: “sobre este tema me gustaría puntualizar un par de cosas; aunque me siguen llamando el dandy de la escena yo no he sido consciente de ello nunca (algunos críticos están más interesados en describir los trajes que llevo, quizá por la imposibilidad que tienen para describir la música que hago o el total desconocimiento de los discos que pincho). No tengo una estrecha relación con el mundo de la moda, aunque a mediados de los noventa pinché en desfiles de Chanel, Yves Saint Laurent, Karl Lagerfeld o Jean Paul Gaultier yo simplemente me ocupaba de cuestiones técnicas, la música ya estaba seleccionada y me limité a mezclarla en directo”.
En 1996 aparece “Sacré Bleu” su primer álbum, una mezcla de Disco House, Samba, Jazz, Salsa, Dub, Lounge y el inevitable ‘toque francés’ sobrevolando todo el disco; se le atribuye, junto a Laurent Garnier, la paternidad de ese sonido: “no me creo el precursor de nada, lo que es obvio es que tanto Laurent Garnier como yo llevamos en esto muchísimo tiempo, simplemente por cuestiones de edad y trayectoria seamos referentes en la escena francesa. A finales de los 90 surgió lo del ‘French Touch’ o ‘French House’ y me metieron en ese saco, lo cual, por una parte estuvo bien, porque me dio la oportunidad de salir al extranjero y mostrar cuál era mi idea de la música, totalmente opuesta a la de Daft Punk (algunos se empeñaron en reducir el “French Touch” al sonido filtrado de esta pareja). En ese mismo grupo están Falcon y Crydamore, luego está Bob Sinclair que es mucho más Disco que los anteriores; mi sonido no tiene nada que ver con ellos y desde luego, el sonido francés es mucho más amplio que lo que a la gente le han querido hacer ver, ya lo era antes y lo sigue siendo ahora, cuando ya no está de moda”.
Después llegarían “A Night at the Playboy Mansión”, “Disco Forever” y “After the PlayBoy Mansión”; pinchar en las fiestas del millonario Hugh Hefner o en el club más pequeño de Tokio con el mismo denominador común, calidad y elitismo en las maletas, destreza y entretenimiento: “encuentro una estupidez llegar a un sitio y pinchar los hits del momento, en mi opinión en ningún club se debería pinchar música comercial, de esa que puedes encontrar en las grandes superficies comerciales, que suena constantemente en la radio y en los supermercados. A la gente le gusta la música comercial, por eso la compra, pero la música que debería sonar en los clubs debería ser completamente diferente, si pinchas música hecha por y para vender en los clubs desvirtúas su sentido, su evolución y su expresión. No estoy en contra de la música comercial pero podríamos vivir sin ella”.
En pleno 2004 nos ofrece el triple cd “In The House” y su segundo álbum “Cruising Attitude”, un viaje por la convivencia de géneros musicales, las raves, la tipología de las remezclas, el House como actitud y la visión adulta del género, todo ello de la mano del “caballero” francés, primera escala París:

En la primera escucha de “Cruising Attitude” nos remites hacía sensaciones similares a las del Rat Pack de Sinatra, épocas doradas que jamás volverán y cierto desengaño con banda sonora de Pérez Prado de fondo... ¿de repente te has hecho mayor o tu música siempre ha estado orientada hacia un público adulto?
“En realidad me resulta bastante difícil definir mi segundo álbum, es un proyecto muy personal, de hecho es el proyecto más personal que he hecho hasta la fecha. Soy una persona adulta y hago música para personas adultas, evidentemente para disfrutar este tipo de música (y no rechazarla en la primera escucha) tienes que tener un ‘background’ musical importante, una cultura musical que se adquiere con la edad y con la escucha de diferentes tipos de música. Una persona con quince años (simplemente por cuestiones de cantidad de música escuchada) no podrá apreciar o enjuiciar ‘Cruising Attitude’, aunque también es verdad que hay gente de más de sesenta que es incapaz de ver más allá de sus narices. Ya sé que en el mundo del Rock el término ‘música para adultos’ es equiparable al peor de los calificativos, yo ni hago Rock ni me sonrojo al reconocerlo”

Te has rodeado de colaboradores de la talla de Masters At Work, Omar, Victor Davies, Maki Nomiya (ex Pizzicato Five), Pink Martini o Los Amigos Invisibles ¿cómo surge el elenco? ¿Pensabas ya en ellos al componer los temas?
“La colaboración más divertida fue con Los Amigos Invisibles, pasé con ellos un par de tardes estupendas en Nueva York, y con Pink Martini que son grandes músicos y tienen un talento y una educación musical increíble...todas las colaboraciones no estaban premeditadas, es decir no compuse pensando para ellos, surgió así, grabamos los temas espontáneamente, vinieron al estudio y se volcaron en los temas. Mi trabajo es el de dj, la composición me la tomo como un hobby, de hecho he tardado dos años en tenerlo listo porque me paso la vida viajando y en mis ratos libres reuní a los músicos para tocar y arreglarlo, ya ves que no me lo he tomado como un trabajo”.

Creo que tuviste problemas a la hora de encontrar discográfica ¿por qué hace un año que ya ha sido editado en Japón? ¿Cuestiones de mercadotecnia o preferencias personales?
“Por aquel entonces no tenía contrato discográfico y la verdad, tardé bastante en encontrar una discográfica que quisiera apostar por un trabajo tan personal como es ‘Cruising Attitude’, con esto de la crisis las discográficas apuestan por lo obvio, por los productos que se van a vender antes de ser grabados, por lo fácil e intrascendente. En Japón es donde más trabajo tengo y por tanto donde más tiempo estoy, allí enseguida encontré una discográfica, tienen una cultura musical muy por encima de la occidental y además creen en lo que están haciendo; en este caso han pesado más las preferencias personales que el negocio”.

Tus orígenes radiofónicos se plasman en “Cruising Attitude” pero ¿de donde surge ese gusto por recopilar diferentes géneros musicales sin que el resultado final sea un pastiche infumable? Por fin un disco de Lounge que no nos hace venir arcadas...
“Selecciono un determinada música que tiene que ir enclavada en un determinada cantidad de tiempo, efectivamente es como cuando hacía radio. Una hora llenada con la música que realmente me gusta; Jazz, Funk, Easy Listening; Lounge que no hace vomitar...jajajaja...Samba, House...El problema de la música actual es que los álbumes son concebidos para tener dos o tres singles y todo lo demás está de relleno, de absoluto relleno. Otro problema que tengo es mi trabajo, soy dj de House y claro, la gente me encasilla todo el tiempo en conceptos como diversión y hacer bailar, cosa que ya hago, pero se me quedan muchas cosas en la cabeza, ‘Cruising Attitude’ es la válvula de escape de todas esas ‘otras’ cosas que tengo en la cabeza y pueden estar tocadas por instrumentos o aparatos electrónicos, pero desde luego no tienen nada que ver con los clubs, al menos los de hoy en día”.

Hablando de clubs... ¿dónde te sientes más cómodo pinchando? ¿Cómo se te recibe en USA después de la aparición de tu selección de clásicos de Salsoul? ¿Qué te pasa con Ibiza?

“Antes que nada quiero decir que los que se hizo en su día con ‘My Salsoul’ es una mierda, empezando por la portada y acabando por el sonido, así que he decidido volverlo a reeditar (manteniendo la secuenciación) y además también saldrá en vinilo ¡Vaya! Conjuntamente con el “My Salsoul” de Danny Krivit era una pieza imprescindible para los aficionados al género...”Por eso no puedo dejar las cosas cómo están...la selección de Danny Krivit es diferente a la mía, es mi amigo y hemos hablado de ello; definitivamente voy a hacerlo... ¿no te da vértigo la portada? jajaja... En cuanto al tema clubs me encanta trabajar en Japón, allí el público es increíble, como también es increíble que ahora en USA lo ‘más de lo más’ sea el trance, del cual prefiero no opinar” ¿Por qué no vas a opinar? “No quiero que se moleste nadie pero...no soporto esa mierda, jamás he ido a una rave, comencé a pinchar antes de que llegasen las raves y desde luego la música que yo hago, que escucho y que me gusta es diametralmente opuesta a esa, es decir es más musical, con muchas harmonías y no cimentada exclusivamente en beats malos y supuestas energías rotundas. No tomo drogas y me molesta mucho tener a descerebrados empapados en sudor a mi alrededor, algo que por desgracia también ocurre en los clubs más elitistas. Últimamente se me puede ver en algunos clubs sentado y escuchando...”.

Entonces ya no insisto en el tema Ibiza... “He pinchado un par de veces en Ibiza y este verano lo haré porque mis amigos de Defected, Sandy Ribera y Kenny Dope me han pedido que vaya...lo hago por ellos, en realidad no veo la gracia a que ‘colonos’ británicos tomen la Isla, se pasen una semana ‘out’ (cuando harían exactamente lo mismo en Euro Disney) y no se enteren de nada...porque luego vas a Inglaterra y a esos mismos no los ves en ningún club, en Inglaterra hay una cultura musical muy importante y Londres es uno de los lugares donde más me gusta pinchar y donde mejor se me recibe”.

Alguien que puede leer esto igual se piensa que impartes “clases magistrales” en tus sets (alguien que desde luego no te ha visto pinchar nunca o no a oído tus últimas sesiones editadas en Defected). ¿Cómo concibes tus sets en directo y en qué se diferencian de tus sesiones de estudio?

“Cuando te planteas hacer una sesión para ser editada surgen los típicos problemas con las discográficas, no puedes poner todos los temas que querrías porque a la discográfica no le interesa que salga tal o cual tema en esa sesión. En ‘In The House’ no ha habido ningún problema, estaba muy nervioso porque tuve que llamar personalmente a Lil’ Louis para que me dejase abrir la primera sesión con ‘New Beat Dance’...el sorpresón me lo llevé cuando me dijo ‘si es para ti cuenta con ello, eres parte de la familia’, para mi es todo un orgullo. Las ideas que tengo en mente a la hora de grabar una sesión o de pinchar en un club son diferentes; cuando pincho en un club lo primordial es divertir y hacer bailar a la gente, se les puede educar musicalmente pero lo que nunca se puede hacer es aburrir. Cuando pagas la entrada de un club no estás pagando la entrada de la universidad, estás pagando diversión. Siempre tengo en mente el concepto diversión y el de calidad cuando tengo al público delante”.


DISCOGRAFÍA SELECCIONADA

·        “Sacrebleu” (East West/Yellow Records)
·        “A Night At The Playboy Mansion” (Virgin)
·        “Monsieur Dimitri’s De-Luxe: House Of Funk” (Mixmag/DMC)
·        ‘Disco Forever’ (BBE)
·        “After The Playboy Mansion” (Virgin)
·        “In The House” (Defected)
·        “My Salsoul” (Bethlehem)
·        “Cruising Attitude” (Discograph)


domingo, 13 de marzo de 2011

CINE Y BARDEOS: A PROPÓSITO DE "MAN IN THE CHAIR"

Homenajeando a los clásico a base de videoclips... Cine epatante a cargo de @dpalosg.


Con el tiempo, la cinefilia de uno se ha ido curando y vacunando de espantos. Cada vez resulta más complicado verse sorprendido (para bien o para mal) por una película, hasta que, de tarde en tarde, aparece una genialidad o algo tan horroroso que te deja con los ojos y la boca abiertos de par en par. “Man in the chair” está lejos de ser una genialidad y tampoco llega a la categoría de lo horroroso. Pero ciertamente tiene elementos que descolocan. Y no tanto por el “qué”, sino por el “cómo”. ¿Cómo a alguien se le puede ocurrir homenajear al cine clásico norteamericano mediante una cinta de estética a medio camino entre la MTV y el Oliver Stone de “Asesinos natos”? Pues el director Michael Schroeder no ha tenido mejor idea.  Algunos dirán que es emparentar clasicismo y (falsa) modernidad. Pero a los que, cuando bebemos agua nos gusta beber agua y cuando bebemos whisky nos gusta beber whisky, el asunto nos sienta como si a Tony Scott le diera por rodar un remake de “Ciudadano Kane”.

Y ciertamente, es una lástima. Porque más allá del largo videoclip en que se convierte, “Man in the chair” tiene elementos para haber acabado siendo algo más que un film resultón. Su argumento, aunque más blandito que la más cándida de las obras de Frank Capra, funciona bastante bien. Los veteranos Chistopher Plummer y M.Emmet Walsh tiran de oficio y nos regalan unas convincentes interpretaciones que compaginan la ternura y la mala leche hasta construir la humanidad de sus personajes. Y la moraleja sobre la importancia del respeto a los mayores siempre es altamente recomendable. Una pena que todo esto esté envuelto como si de un videoclip de Kanye West se tratara.

No sé que pensarían de la estética de esta cinta algunos de los cineastas a los que se hace referencia en la misma: Hawks, Capra, Welles… Seguramente serían más indulgentes que esta crítica. Pero sí que tengo claro que uno de ellos (ese John Ford de parche en el ojo que vigila los movimientos del joven protagonista desde un inmenso póster colgado en su habitación) es probable que llamara a Victor McLaglen, Ward Bond, Jack Pennick y unos cuantos amigos más para aclararle a Schroeder el modo en que se explicaban las historias en el Hollywood clásico, ni que fuera a base de una buena tunda de bofetones.

Podéis seguir en Twitter a @dpalosg